Necesito una
ducha, el día ha sido muy duro, ahora mi mayor deseo es el contacto del agua
caliente en mi cuerpo, pura, limpia, llena de energía, sentir las gotas cayendo
encima de mi cabeza, deslizándose por todos los rincones de mi piel.
Abro el
grifo y empieza a caer, siento como si el agua de una cloaca se posara en mi
cabeza, resbalando por mi cuerpo, incrustándose en mis poros, el olor sigue
brotando al igual que el asqueroso liquido por el cual pagamos una fortuna, me
inunda de olor putrefacto, cierro mi boca con asco, resbala por mi cara, mis
ojos, mis labios, me da realmente asco, solo pienso en salir, en acabar el
proceso de limpieza o más bien la infección de microbios “olfativos” o quizás
reales de los que supuestamente es nuestra agua potable…..